Los pobladores de Lloseta tuvieron que establecerse en Es Morull y Es Pujant, los terrenos rocosos y en pendiente del Puig de Lloseta, ya que las tierras bajas estaban en manos de los nobles. Con el paso de los siglos, las aldeas formadas alrededor de las casas de Aiamans, Sa Trullola y Son Beltran, que se encontraban situadas en la antigua vía de la ciudad a Alaró y Pollença, acabaron por agruparse. Con la decadencia de la nobleza, en 1913 se vendió y se urbanizó Son Tugores. Los valles de S’Estorell y d’Almadrà, por donde discurren antiguas rutas de trashumancia hacia los valles altos de la Serra, conservan testimonios de poblamiento prehistórico e islámico.
Calle Major (Vicenç Sastre)
El pueblo
En la carretera de acceso desde Binissalem y Es Pla se alza el oratorio del Cocó, (1) edificado en el s. XIX sobre una cueva, donde la tradición dice que se encontró una imagen de la Virgen. En Sa Trullola (2) se ha rehabilitado una parte de la mina de lignito que operó entre 1936 y 1950.
En el casco urbano, al lado de casas novecentistas como Can Polla (Can Fuster), se encuentran ejemplos de arquitectura tradicional, desde la más noble a la más popular. Muestra de la primera sería el Palau d’Aiamans (3), una antigua posesión de Son Tugores que perteneció a los condes de Lloseta, catalogada como bien de interés cultural. La arquitectura popular más sencilla está representada en calles y callejuelas como la calle Major, des Sol o des Morull (4). También destacan Ca s’Hereu, Can Bosquet y Son Pelai, en el Barrio d’Aiamans (5).
Iglesia y Palacio d’Aiamans (M. A. Escanelles)
Camino de Almadrà y el Castellot en la posesión del Filicomís
Dejando Lloseta por el camino del cementerio, desde Aiamans, el camino homónimo sigue el torrente hasta S’Estorell Vell. Es un caserón que, junto con Galatzó, representa el poder que en el s. XVII tuvo la familia de los Fuster, emparentados con los condes de Aiamans y de Formiguera. El legendario conde Mal, ambicioso y sanguinario, murió sin heredero y el patrimonio quedó fragmentado después de un largo pleito legal (fideicomiso).
Hacia la carretera de Alaró (Ma-2110), siguiendo por la carretera de Almadrà el curso del torrente, se llega a la finca del Filicomís o S’Estorell Nou (1). Sobre una colina cercana se conserva Es Castellot (2), una fortificación talayótica de tres mil años de antigüedad. Tiene una muralla ciclópea de 180 m de perímetro que forma un recinto de gran importancia estratégica.
Murada des Castellot (Vicenç Sastre)




